On the road... en algún lugar de México, 2013
Dicen por ahí que el ejercicio fortalece el espíritu,
eso normalmente es un concepto raro por si mismo, somos un balance de cuerpo, mente y espíritu,
el alma cuentan que es eterna y si fuese así sus cambios esenciales no se dan,
a ello doy moción a ignorándola en esta ecuación metafísica, tema de otro
costal pues… regresando al tema, el ejercicio su función básica es fortalecer
el cuerpo, la mente porque solo a base de la repetición se conseguí la perfección,
nuevamente, eso sería tema que no dejo para otra ocasión. Resulta pues, que el
ejercicio te lleva a fortalecer el espíritu, solo desterrando a este cuerpo de
mascaras y energía para ocultar el lado oscuro (como la luna), dejando sin
cerrojo a las barreras de nuestras limitaciones que llamamos cordura, dejamos
puerta abierta a platicar con nosotros mismos, unos odian ejercicios de fondos,
que les resulta monótono y quién sabe, puede ser demasiado abrumador
encontrarse con uno mismo en un callejón sin salida
Haber entrado a una carrera de 15 km dejando de
entrenar meses antes del evento ha sido una de las peores ideas para mi cuerpo,
la mejor idea para encontrar tiempo y espacio para esos diálogos introspectivos
perdidos hace tiempo, liberando tensión de esos cabos rotos, curando poquito
esas miserables fracturas, tan solo un poquito…
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