Saludando al Oriente.
Vigilando la salida del astro rey cada día
Se aproxima el fin de semana y por estas tierras
tendremos el lunes libre de actividades laborales, el fin de semana largo
apunta para darle candela a la tesis y darle un formato decente
Ayer tuve uno de los sueños más extraños en algunas
temporadas, estaba yo en un edificio, era un cachorro humano, no recuerdo una
edad en específico, en el fondo se escucha un ruido, grave y persistente, me
asomo por la ventana y este ruido se incrementa repentinamente. Inicia un terremoto, todos nos abrazamos,
recuerdo que era un grupo con una mujer adulta, algo así como haber estado en
un salón de clases pero no era parte del sueño quienes eran esas personas, de
pronto, el edificio es lanzado hacia un lado en dirección a un precipicio, como
si hubiera sido lanzado por un Titán a la distancia. Solo veo por la ventana
como nos aproximábamos hacia suelo firme mientras rotaba el edificio y se ponía
en posición horizontal, dejando el cuarto donde me encontraba en la parte
superior al hacer contacto… humo y un gran estallidos se dan, quedo inconsciente
por un rato y cuando me recupero, camino sobre una montaña de escombros, grito
preguntando por los demás, veo solo gente corriendo y moviendo piedras,
ladrillos, restos del edificio… después se va desvaneciendo poco a poco el
sueño, todo se vuelve oscuridad y luego despierto.
Tuve un día lleno de movimiento antes de dormir a lo
cual atribuyo el sueño, dos noches anteriores llegue tarde debido a esas cenas diplomáticas
de proyecto y me había despertado temprano para ir a la central de autobuses.
Fueron de esas ocasiones que agradezco tocar almohada y decir hasta luego a
esta realidad, como dicen, ir un rato a mundos apolíneos y estado dionisiaco.
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