Callejoneando por la
noche, en un lugar lejano. Me hace falta hacer eso de nuevo, aun ne la
comodidad de esta ciudad
Aunque pase por el valle de sombra
de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado
me infunden aliento.
Salmos 23:4
No soy un ferviente
religioso pero siempre me ha gustado esta frase, me da fuerza caminar por este bosque, hace años lo hubiera mencionado
como un jardín salvaje, batallando como es costumbre con sus quimeras y
fantasmas, puede que sean caminos nuevos… pero familiares, valles previamente
superados y que nuevamente deben ser una historia, que se convierta en canticos
internos de victoria y alegría
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