viernes, 1 de noviembre de 2013

Caminar pausado

Cuentan las historias, que dragones eran vistos volando alrededor del monte.

30 de octubre / 13:00 horas

Se está preparando el cambio de oficina donde trabajo, se moverá este changarro a unas cuadras no muy distantes de aquí, la idea del alto mando fue quedarse por la zona pero resguardar las arcas y no dejar el servicio de lo que llamo “Office All Inclusive”, haciendo ya las labores propias para los menesteres necesario del café y la chacharería que en mi caso veo como necesaria

Y ahí está ella, la veo al final del pasillo con ese caminar, su sutil bamboleo. Es linda, lleva una falda roja debajo de las rodillas, por la distancia no tuve la certeza si lleva una blusa o era un suéter ajustado de color hueso o avellanado. Me atrajo ese perfil petite, sabiendo cómo sacar partido a su figura, un tanto menudita, cabello quebradizo castaño oscuro, ojos en gota caída y una sonrisa amplia sin exageración, con maquillaje casi nulo, siempre me ha gustado una belleza natural; normalmente  con atuendos que respetan la imaginación pero paradójico, mostrando que sabe su figura y sin tapujos al caminar; de pronto es una persona diferente, habla de manera cautelosa, da la sensación de una posición defensiva a las bestias merodeando por el jardín salvaje. Es hora de la comida y de esas pocas ocasiones donde coincidimos, se la pasa encerrada en su móvil, mensajeando o hablando, es su manera de crear una burbuja a prueba de invitados… raro.

Puede que sea el último par de días para vernos, no importa, ese exceso de introversión me da mala espina. No tengo una razón objetiva para ello, son mis cosas ideáticas que acostumbro. Puede que pueda… dejaré el tema a esas alegres coincidencias

01 de noviembre / 14:50 horas

Estamos instalados en las nuevas oficinas, como sospechaba no me encontré de nuevo a petite ternura. traigo un dolor de espalda por cargar algunas cajas. Este defecto de fabrica se empieza a convertir una molestia, debo de darle mas candela al ejercicio y reponer este maldito lastre corpóreo. He aplicado el maravilloso poder del ácido asetilsalicilico pero creo que deberé recurrir a mas dosis

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