-
A que le tienes miedo?
- Miedo a que no confíes en mí, en lo que siento por ti, que pienses que
cambien de opinión
- Es que cambiaste de opinión
Y en ese momento, los miedos se volvieron
sombras reales, donde todo lo que sentía cambio en un punto frágil, pequeño
pero terrible, donde lo que había sentido hasta ese último momento dejo de
existir, cuando no sentí que seriamos felices. Llego la noche, una noche sin
amanecer...
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